El cedro que se convirtió en calavera mejicana

Esta escultura tallada, fue un reto personal para mí y me ayudó a descubrir cosas nuevas en cada etapa del proyecto. Desde el boceto en papel, su paso en bruto al bloque de madera de cedro, hasta su transformación paso a paso en una pequeña calavera.

El proceso comenzó con un desbaste de la madera a gubia hasta obtener la forma definitiva. Después se tallaron las flores del cráneo y para acabar, los detalles decorativos finales se realizaron con el pirograbador. La inspiración para decoración final casi salió sola, únicamente tuve que dejarme llevar.

La experiencia me gustó tanto que en seguida empecé a pensar en la siguiente catrina que iba a desarrollar. Me apasiona tanto poder crear algo tan bonito de la nada, que lo único que tuve que hacer fue seguir ese impulso creativo hasta el final. En ese sentido, la confianza del cliente fue fundamental para sentirme libre y enfrentarme a cada paso a mi manera. Personalmente fue muy gratificante realizar este escultura y, sobre todo, verla acabada.